Queridos amigos…
El sábado pasado hemos compartido un lindísimo concierto de música medieval a cargo de un grupo especializado. Logramos hacer un viaje en el tiempo y ubicarnos a través de las narraciones en castellano antiguo, las canciones, los sonidos y el vestuario, en una época que significó el oscurantismo en algún sentido. Epocas de pestes incontrolables, de pobreza, de feudalismo por un lado, de expansión del cristianismo por el otro y también de convivencia entre culturas, como sucedió en la España de aquella época.
Este fue el escenario del concierto del sábado: España consolidando su cultura a través de los aportes celtas, hebreos, árabes y gitanos. Los sonidos delicados de sus instrumentos y las voces, casi blancas, lograban crear un ambiente muy natural, lejos de cualquier micrófono o amplificación. Apreciamos motetes, conductus y piezas populares en las cuales se alternaban el castellano antiguo con el latín, según se tratara de temas populares o religiosos, en una época en la cual la transmisión de la cultura era oral. Las narraciones de historias sobre la Virgen María enriquecidas por la imaginería popular, las canciones de amor judías que relataban historias en las tierras españolas, que ellos llamaron “Sefarad”, los acompañamientos rítmicos a cargo de instrumentos de percusión de origen árabe y las voces frescas y no por eso menos trabajadas fueron los contenidos de esta encantadora muestra de un estilo poco escuchado en general. Y, desde ya, la imponencia de los sonidos de la gaita, instrumento compartido por la cultura celta en general en todas sus ramas.
La música de este período fue nutrida por las composiciones de tipo religioso de los monasterios escritas para las liturgias y las surgidas del pueblo que incluían la danza, el canto y el acompañamiento a través de instrumentos con sonidos de baja o mediana altura, porque, recordemos que en esos tiempos, no existía el intérprete y el público, y tampoco existían multitudes escuchando.
La música medieval, con las improvisaciones de goliardos y juglares que viajaban de pueblo en pueblo narrando epopeyas o cantando canciones poéticas, y con los aportes del canto gregoriano y la música instrumental de los monasterios, iría gestando la polifonía y con ella, la creciente complejidad en las composiciones que darían lugar luego al Renacimiento con todo lo que significó en la historia del hombre.
MUSICA MEDIEVAL
La música medieval comprende toda la música europea compuesta durante la Edad Media.. Esta etapa comienza con la caída del Imperio Romano en 476 y finaliza aproximadamente hacia mediados del S X (1473). Pese a que el fin de la época medieval y el comienzo del Renacimiento es un límite claramente arbitrario y difuso, lo consideraremos situado hacia 1400.
La única música medieval que puede ser estudiada es aquella que fue escrita y ha sobrevivido. Dado que la creación de manuscritos musicales era muy cara, debido al costo del pergamino, y la buena cantidad de tiempo necesario para escribir toda una copia, sólo las instituciones muy acaudaladas pudieron producir manuscritos que han sobrevivido hasta la actualidad. Entre esas instituciones generalmente están la iglesia y las instituciones eclesiásticas como monasterios, si bien algunas obras seculares también se conservaron en esas instituciones. Estas tradiciones manuscritas no reflejan mucho de la música popular de aquella era. La tendencia general en los manuscritos de música medieval es hacia la complejidad en la armonía, el ritmo, el texto y la orquestación. Al comienzo de aquella época, la música era monofónica y homorritmia en la que aparece un texto cantado al unísono y sin acompañamiento instrumental escrito. En la notación medieval antigua, el ritmo no puede ser especificado, si bien la notación neumática pueden dar claras ideas de fraseos, y otras notaciones posteriores indican el uso de modos rítmicos. La simplicidad del canto,, con la voz al unísono y la declamación natural es muy común. La notación de la polifonía se va desarrollando, y su asunción significa que las primeras prácticas formales se inician en ese periodo. La armonía, con intervalos consonantes de quintas justas, octavas (y después, cuartas justas) comienza a escribirse. La notación rítmica permite complejas interacciones entre múltiples líneas vocales de un modo repetible. El uso de múltiples textos y la notación del acompañamiento instrumental se desarrolla al fin de la era.
Instrumentos
Uno de los puntos que aun se resisten en la reconstrucción de la música medieval es el que se refiere al uso de los instrumentos musicales, de los cuales se conservan infinidad de referencias documentales, sea a través de la literatura y la poesía, como de relieves, esculturas, libros miniados.
La certidumbre de que los instrumentos musicales se utilizaban mucho más de lo oficialmente aceptado hasta hoy lleva a ciertos investigadores a sospechar que aun en la órbita del canto gregoriano es posible que se hayan usado más de lo que alguna documentación lo indica, claro que contrariando la tradición de la Iglesia.
Todo lleva a considerar que su instrumental fue bastante nutrido y tímbricamente variado: arpas, viela o fidel (instrumento de cuerda con arco), organistrum, salterio y laúd, entre los de cuerda más comunes. Entre los vientos: flautas, shawns (variedad de oboe), trompetas, cornos, bagpipe (gaita). También, distintos tipos de instrumentos percusivos, variedad de tambores y, además del gran órgano de iglesia, dos pequeños tipos de órganos portátiles. Parte de estos instrumentos llegan a Europa desde Asia, vía Bizancio, pero asimismo a través de los árabes, por Africa del Norte y España.
Una especie instrumental de la que se tiene referencia a partir de los siglos XIII y XIV es la estampida, música para acompañar la danza, a veces monódica y otras polifónicas. Y aquí tocamos el punto en que es ya preciso pasar a otra de las más grandes y fructíferas creaciones del genio occidental, la polifonía, cuyo surgimiento y primer florecimiento se produce en la Edad Media.
Continuando con el tema de este mes, el próximo domingo 10 vamos a escuchar un concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes, a cargo de una orquesta sinfónica, que reunirá obras que, de alguna manera, contiene elementos de lo popular, lo cual, en definitiva, no deja de ser universal… no creen?
El sábado pasado hemos compartido un lindísimo concierto de música medieval a cargo de un grupo especializado. Logramos hacer un viaje en el tiempo y ubicarnos a través de las narraciones en castellano antiguo, las canciones, los sonidos y el vestuario, en una época que significó el oscurantismo en algún sentido. Epocas de pestes incontrolables, de pobreza, de feudalismo por un lado, de expansión del cristianismo por el otro y también de convivencia entre culturas, como sucedió en la España de aquella época.
Este fue el escenario del concierto del sábado: España consolidando su cultura a través de los aportes celtas, hebreos, árabes y gitanos. Los sonidos delicados de sus instrumentos y las voces, casi blancas, lograban crear un ambiente muy natural, lejos de cualquier micrófono o amplificación. Apreciamos motetes, conductus y piezas populares en las cuales se alternaban el castellano antiguo con el latín, según se tratara de temas populares o religiosos, en una época en la cual la transmisión de la cultura era oral. Las narraciones de historias sobre la Virgen María enriquecidas por la imaginería popular, las canciones de amor judías que relataban historias en las tierras españolas, que ellos llamaron “Sefarad”, los acompañamientos rítmicos a cargo de instrumentos de percusión de origen árabe y las voces frescas y no por eso menos trabajadas fueron los contenidos de esta encantadora muestra de un estilo poco escuchado en general. Y, desde ya, la imponencia de los sonidos de la gaita, instrumento compartido por la cultura celta en general en todas sus ramas.
La música de este período fue nutrida por las composiciones de tipo religioso de los monasterios escritas para las liturgias y las surgidas del pueblo que incluían la danza, el canto y el acompañamiento a través de instrumentos con sonidos de baja o mediana altura, porque, recordemos que en esos tiempos, no existía el intérprete y el público, y tampoco existían multitudes escuchando.
La música medieval, con las improvisaciones de goliardos y juglares que viajaban de pueblo en pueblo narrando epopeyas o cantando canciones poéticas, y con los aportes del canto gregoriano y la música instrumental de los monasterios, iría gestando la polifonía y con ella, la creciente complejidad en las composiciones que darían lugar luego al Renacimiento con todo lo que significó en la historia del hombre.
MUSICA MEDIEVAL
La música medieval comprende toda la música europea compuesta durante la Edad Media.. Esta etapa comienza con la caída del Imperio Romano en 476 y finaliza aproximadamente hacia mediados del S X (1473). Pese a que el fin de la época medieval y el comienzo del Renacimiento es un límite claramente arbitrario y difuso, lo consideraremos situado hacia 1400.
La única música medieval que puede ser estudiada es aquella que fue escrita y ha sobrevivido. Dado que la creación de manuscritos musicales era muy cara, debido al costo del pergamino, y la buena cantidad de tiempo necesario para escribir toda una copia, sólo las instituciones muy acaudaladas pudieron producir manuscritos que han sobrevivido hasta la actualidad. Entre esas instituciones generalmente están la iglesia y las instituciones eclesiásticas como monasterios, si bien algunas obras seculares también se conservaron en esas instituciones. Estas tradiciones manuscritas no reflejan mucho de la música popular de aquella era. La tendencia general en los manuscritos de música medieval es hacia la complejidad en la armonía, el ritmo, el texto y la orquestación. Al comienzo de aquella época, la música era monofónica y homorritmia en la que aparece un texto cantado al unísono y sin acompañamiento instrumental escrito. En la notación medieval antigua, el ritmo no puede ser especificado, si bien la notación neumática pueden dar claras ideas de fraseos, y otras notaciones posteriores indican el uso de modos rítmicos. La simplicidad del canto,, con la voz al unísono y la declamación natural es muy común. La notación de la polifonía se va desarrollando, y su asunción significa que las primeras prácticas formales se inician en ese periodo. La armonía, con intervalos consonantes de quintas justas, octavas (y después, cuartas justas) comienza a escribirse. La notación rítmica permite complejas interacciones entre múltiples líneas vocales de un modo repetible. El uso de múltiples textos y la notación del acompañamiento instrumental se desarrolla al fin de la era.
Instrumentos
Uno de los puntos que aun se resisten en la reconstrucción de la música medieval es el que se refiere al uso de los instrumentos musicales, de los cuales se conservan infinidad de referencias documentales, sea a través de la literatura y la poesía, como de relieves, esculturas, libros miniados.
La certidumbre de que los instrumentos musicales se utilizaban mucho más de lo oficialmente aceptado hasta hoy lleva a ciertos investigadores a sospechar que aun en la órbita del canto gregoriano es posible que se hayan usado más de lo que alguna documentación lo indica, claro que contrariando la tradición de la Iglesia.
Todo lleva a considerar que su instrumental fue bastante nutrido y tímbricamente variado: arpas, viela o fidel (instrumento de cuerda con arco), organistrum, salterio y laúd, entre los de cuerda más comunes. Entre los vientos: flautas, shawns (variedad de oboe), trompetas, cornos, bagpipe (gaita). También, distintos tipos de instrumentos percusivos, variedad de tambores y, además del gran órgano de iglesia, dos pequeños tipos de órganos portátiles. Parte de estos instrumentos llegan a Europa desde Asia, vía Bizancio, pero asimismo a través de los árabes, por Africa del Norte y España.
Una especie instrumental de la que se tiene referencia a partir de los siglos XIII y XIV es la estampida, música para acompañar la danza, a veces monódica y otras polifónicas. Y aquí tocamos el punto en que es ya preciso pasar a otra de las más grandes y fructíferas creaciones del genio occidental, la polifonía, cuyo surgimiento y primer florecimiento se produce en la Edad Media.
Continuando con el tema de este mes, el próximo domingo 10 vamos a escuchar un concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes, a cargo de una orquesta sinfónica, que reunirá obras que, de alguna manera, contiene elementos de lo popular, lo cual, en definitiva, no deja de ser universal… no creen?
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