miércoles, 13 de junio de 2007

Queridos amigos…

El domingo pasado hemos compartido un lindo concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes y, aunque el programa fue cambiado a último momento, no dejó de mostrar a talentos jóvenes, como es el caso de los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Hurlingham a cargo del Maestro Roberto Flores. Vivaldi, Mozart y Schubert fueron los invitados en esta ocasión.

Como mencioné recién, el objetivo de escuchar este concierto tenía que ver con la inclusión de elementos étnicos o folkóricos ó populares en la música, pero debido al cambio de programación, la única obra que se conservó de lo que estaba previsto fue la Obertura de Don Giovanni, de Mozart.

De todos modos, siempre podemos rescatar “algo” de lo popular, o, al menos con referencia a la época en la cual les tocó vivir a estos compositores y que, de alguna manera, impactaron en sus composiciones. En el caso de Antonio Vivaldi, italiano, del temprano barroco, cuya música está impregnada de “formas”, tal vez no tanto de profundidades, y, sin embargo representativa del espíritu festivo de su país natal. Escuchamos el Concierto para Flauta en Re Mayor “Il gardellino”, con una muy buena interpretación a cargo del solista, en donde pudimos observar la alternancia entre la orquesta y el solista, habitual en los conciertos de esta época y que formó parte de la “evolución” de la forma “concierto”. En realidad lo que hoy llamamos orquesta no era tal en aquella época, sino más bien un conjunto instrumental.
Luego y ya con el agregado de varios integrantes más, la orquesta interpretó la Obertura de Don Giovanni, de Wofgang A. Mozart. Esta obra fue compuesta el año que falleció su padre, Leopold. Es una recreación de la leyenda de Don Juan y en la ópera de Mozart aparecen también algunos elementos “subversivos” con respecto a la vida cortesana de aquellos tiempos, porque el compositor muestra el donjuanismo como algo adoptado por la aristocracia. Por otro lado, se marca especialmente la condena a tal actitud en la presencia del “Comendador, o Convidado de Piedra”, figura temeraria y cuyo tema aparece al comienzo de la Obertura a través de imponentes acordes. Es interesante saber que esta Obertura no fue ensayada antes del estreno, y fue compuesta el día anterior… y aquí podríamos volver al tema de la improvisación… y hacernos algunas preguntas al respecto.
La última parte fue dedicada a Franz Schubert con su Sinfonía Nro. 1. Y aquí pudimos apreciar música del período romántico, con su expresividad altisonante, y sin embargo, en el caso de Schubert, bastante moderada. Recordemos que este compositor se destacó como improvisador, y por eso compuso piezas como los Impromptus, cuyas formas eran variables. Compuso abundante cantidad de música de danza, en forma de valses, länder (especie de vals), escocesas y otros tipos y este también es un aporte de lo popular que él supo incluir en sus obras.
De todos modos, no podemos considerar que estos compositores hayan sido los mejores exponentes del entrecruzamiento de estos dos estilos.
Volviendo a este punto, justamente… nos faltaba incluir algo en la temática de este mes del Café Musical y es el contacto con el jazz. En el período comprendido entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, el jazz asciende a una posición sobresaliente en la música. Erik Satie, Stravinsky, Milhaud, Ravel, Hindemith y Weill incorporaron ritmos relacionados con el jazz en sus obras.
Se destacó George Gershwin, que aun sigue deleitándonos con el jazz sinfónico de su “Rapsodia en azul”, con su única ópera “Porgy and Bess” y con tantas canciones que marcaron toda una época.
Compositores que mucho hicieron por el prestigio de la música de EEUU fueron Roger Sessions, Roy Harris y Aaron Copland.
Copland se había propuesto reflejar “las reacciones más profundas de la con-
ciencia norteamericana” y en esa búsqueda dio obras directas, llamadas a perdurar como reflejo del mundo rural de su país. Más adelante, se inclinó por las técnicas seriales de la dodecafonía.
El jazz tiene importantísimos elementos étnicos, particularmente de la raza negra, y fue incorporado a la cultura norteamericana en principio. Con su acento puesto en el ritmo, lo cual es central en la música de origen negro, dada su relación con la tierra y lo tribal. Asimismo el canto es sumamente expresivo, dada su relación con esa cultura, y las voces tienen habitualmente registros amplios, es decir, que pueden emitir notas graves y también agudas.
Estos son algunos de los elementos aportados por el jazz a la música clásica. Los otros pueden ser descubiertos por nosotros a través de los siguientes encuentros del Café Musical, en los que, de todas maneras, no nos olvidaremos de otros aportes del género popular.
Ahora, algo en relación a la improvisación, escrito por Stephen Nachmanovitch, en su libro “Free-play, la improvisación en la vida y en el arte”…
“La improvisación es la intuición en acción, una forma de descubrir la musa y aprender a responder a su llamado. Aunque trabajemos en forma muy estructurada, composicional, comenzamos con ese proceso siempre sorprendente en que no tenemos nada que ganar y nada que perder. Los chorros de intuición consisten en un ràpido flujo de elección, elección, elección. Cuando improvisamos con toda el alma, navegando por esa corriente, las elecciones y las imágenes se abren entre sí con tanta rapidez que no tenemos tiempo de asustarnos ni de retroceder ante lo que la intuición nos dice. Toda la esencia de traer el arte a la vida es aprender a escuchar esa voz que nos guía. Abrir el estuche del violín y tomar el instrumento es, para mí, un acto que marca un contexto, un claro mensaje a mí mismo: “Ahora es el momento de responder a esa voz”. Como ese mismo momento está tan marcado, es fácil de sintonizar. El desafío mucho más grande es llevar esa cognición poética a la vida cotidiana.
Encontrar la voz del corazón, ésa es la aventura que está en la médula de este libro. A eso se dedican todos los artistas; a una búsqueda de toda la vida. No a una búsqueda de visión, porque la visión nos rodea a todos, sino a la búsqueda de nuestra propia voz.”

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